Si te preguntas por el origen de los filetes rusos, parece que sí, que esta vez, a diferencia de la ensaladilla rusa, los filetes rusos son de origen ruso, en concreto de la zona del Volga y datan de mediados de 1800.
Estos deliciosos y sencillos filetes llevan formando parte de nuestros menús desde hace décadas. Y gustan tanto a niños como a mayores.
¿Conoces la sencilla receta de los filetes rusos? Es muy fácil adaptarla a la dieta sin gluten. En algunas recetas se enharina la carne en lugar de rebozarla en pan rallado, y en otras se pasa la carne tanto por harina como por huevo y pan rallado. Aquí te dejamos la nuestra.
Ingredientes para 8-10 filetes rusos:
- 400-500 gr de carne picada de ternera
- Media cebolla
- 1 huevo
- Unas rebanadas de pan sin gluten
- Leche
- Un par de ramas de perejil
- Pan rallado sin gluten
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Opcional: ajo
Preparación:
- Picamos la media cebolla.
- Empapamos la miga de varias rebanadas de pan en leche.
- Añadimos en un bol la carne, la cebolla picada, el pan mojado en leche desmenuzado, el perejil y un poco de sal. Puedes añadir también un par de dientes de ajo picados si quieres.
- Mezclamos bien estos ingredientes en el bol. Sugerimos hacer esta mezcla con las manos.
- Batimos el huevo y lo añadimos a la mezcla. Volvemos a mezclar bien.
- Dejamos reposar la masa una media hora para que coja cuerpo.
- Pasado ese tiempo empezamos a formar las bolas de carne con las manos, aplastándolas para hacer el filete del grosor y tamaño que queramos.
- Pasamos los filetes por el pan rallado, empanándolos por los dos lados.
- Ponemos a calentar en una sartén aceite a fuego medio alto y cuando esté caliente echamos los filetes y los freímos hasta que estén bien dorados. Después bajamos el fuego y los dejamos un poco para que se acaben de cocer bien por dentro.
- Cuando estén hechos los retiramos de la sartén y los dejamos reposar en papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
- Y ya están listos para servir, acompañándolos de lo que más te apetezca. ¿Qué tal una ensalada de calabacín, una salsa de cebolla o de tomate casero, o unas patatas panaderas?
Estos filetes rusos se pueden tomar recién hechos, en caliente, o fríos, guardándolos de un día para otro. También se pueden congelar. Y son una genial opción para las excursiones o las comidas fuera de casa con tupper.
¿Qué te ha parecido esta receta?